Centro de psicología integral en Zaragoza

Sobre mí

Hola, soy Miriam Blasco

Mi recorrido en el mundo de la psicología comienza ya desde pequeña, mi necesidad de querer entender, de preguntarme e indagar, de tener curiosidad por todo, el diálogo y la conversación y sobre todo la idea de sentir que mi mundo interior tenía mucho que contar, estaba ya presente.
Conforme pasaron los años, mi interés por la mente y el comportamiento humano fue creciendo. De esta manera, decidí estudiar la carrera de Psicología en la Universidad de Zaragoza, centrándome en la mención de psicología clínica. Experiencias y aprendizajes intensificaron la idea de querer entender aún más cosas que se nos escapan de las manos, cosas a las que necesitamos ponerle nombre y dotarlas de un sentido para que así, encajen en nuestra experiencia.

¿Hablamos?

Las prácticas de la carrera fueron en el centro de solidaridad, interesándome bastante la formación en drogodependencias, así, decidí realizar mis prácticas del año siguiente y mi trabajo de fin de grado orientado en este área.

Seguí formándome cursando el Máster General Sanitario desde la Universidad de Zaragoza. Realicé las prácticas y continué después de forma voluntaria durante un tiempo en la asociación Dona Médula, y a la vez, en la clínica Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. Aquí, es donde realmente aprendí a confiar en mi trabajo, en mi propio criterio y a poner una dedicación exclusiva a cada persona que veía, dando lo que a día de hoy considero que sigue siendo lo mejor que puedo dar, mi esencia.

El volver a Zaragoza después de terminar la carrera y el máster en Teruel, hizo cuestionarme todo aún más, haciendo que la vuelta a casa fuera dura, me di cuenta que el estar fuera me había hecho cambiar.

En este preciso momento, mi cita favorita de Descartes, tuvo un sentido especial en mi vida, “Cogito ergo sum”, “pienso luego existo”, y así, comprendí que el pensar (en este sentido el reflexionar, el comprender el indagar…) es lo que te hace vivir, y sobre todo sentir que estás vivo.

Con todo esto me armé de valor y guié mi camino hacía lo que siempre me había apasionado, montar mi propia consulta para poder trabajar con personas las cuales están pasando un momento crítico en su vida, necesitando una lucecita que oriente su camino y les acompañe incondicionalmente durante ese proceso.

Actualmente, la curiosidad inunda mi vida, al igual que la necesidad de entender/me cada día más. La terapia, es una oportunidad no solo en un momento puntual para salir del bache sino como forma de interesarte por el mundo y por ti mismo, es la oportunidad aprender a ser.